El árbol que halló su destino
Había una vez un jardín con manzanos, naranjos y bellísimos rosales. Todo era alegría en el jardín, pero uno de sus habitantes no participaba de la dicha general: era un árbol que se sentía muy triste. El pobre tenía un problema, no sabía quién era.
El manzano le decía:
-Te falta concentración. Si lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas. Es muy fácil.