Ciudades emocionalmente mas ecologicas
Lo que llevamos dentro es lo que plasmamos afuera. Si llevamos sensibilidad, nuestras actuaciones sea cual sea el ecosistema, serán sensibles y compasivas; si somos respetuosos con nosotros mismos, seremos capaces de respetar y valorar la diversidad de formas de ser de los demás. La ciudad como ecosistema emocional es un conjunto de intangibles formados por valores, emociones, posibilidades, sueños, miradas que convergen y que pueden facilitar la inclusión o fomentar la exclusión, que pueden ser fuente de bienestar emocional y social o bien generar más violencia, desequilibrio y sufrimiento. De ahí la importancia de que los arquitectos de las nuevas ciudades tengan en cuenta el factor emocional – y por tanto humano – a la hora de diseñarlas. La Ecología Emocional ofrece un marco ecosistémico para mejorar los abordajes desde el respeto a la diversidad humana y sus diferentes necesidades.