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Vínculos solidos en tiempos líquidos

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Autor: M. Mercè Conangla / Jaume Soler

Vínculos solidos en tiempos líquidos

Todo cambia, ¿nada permanece?

Heráclito: "Todo fluye, todo está en movimiento y nada dura eternamente. Por eso no podemos descender dos veces al mismo río, pues, cuando desciendo al río por segunda vez, ni el río ni yo somos los mismos".

El todo cambia y nada permanece. El cambio como señal de vida y lo inmutable como señal de muerte.

Aun así, ¿Es posible vincularnos con alguien que cambia, mientras nosotros también cambiamos y mantener esta unión de corazones? ¿O sólo es una ilusión?

Y ahí está el reto. Si no queremos perdernos de vista en nuestros vínculos, deberemos descender cada día al río y actualizarnos, reconocernos, admirarnos, y bañarnos a diario en las aguas que amamos.

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