Escucharse uno mismo
Somos grandes ignorantes en lo que se refiere a los problemas de la existencia humana. Vivimos semidespiertos y, a veces, inconscientes de lo que sucede en nuestro interior. Volcados en él afuera, eternamente distraídos por lo que pasa afuera, huidos de nosotros mismos… ¿Cómo vamos a elegir bien lo que mejor nos conviene si ignoramos lo que necesitamos realmente? Curiosamente, dormidos o en ciertas fases de locura, podemos adquirir una enorme lucidez mental, mientras que al despertar, pendientes de otras cosas, de las tareas cotidianas, de la supervivencia, podemos perder todo entendimiento y desconectarnos de nuestras sensaciones, sentimientos y sabiduría. ¿Por qué entonces nos extrañamos de que haya tantas personas que se sientan infelices?, ¿por qué nos dejamos llevar por lo superficial que aflora y nos perdemos lo esencial que nos sostiene? Aprender a ver y a escuchar más allá de lo evidente, es parte de nuestro camino de crecimiento personal.