Nos definimos por el tipo de familia que formamos, no por la familia en la que hemos nacido
La familia es una de las pocas cosas en la vida que no se elige, sino que te toca. ¿Los problemas de la familia surgen porque esta lotería puede estar mal repartida?
El azar, la genética o la cultura no siempre agrupan personas compatibles para convivir. A veces, coinciden en una familia, personas con escasa capacidad para gestionar sus propias emociones y construir un proyecto familiar conjunto que tenga sentido. Nosotros afirmamos que una de las más importantes tareas que debemos realizar al llegar a adultos es elegir nuestra propia familia afectiva.
¿Hasta qué punto puede ser culpa• ble nuestra familia de los aspectos erróneos de nuestra personalidad?
A todos nos cuesta asumir la responsabilidad de nuestra propia vida, es mucho más fácil buscar culpables externos. Al hacerlo, nos evitamos el esfuerzo que supone intentar mejorar nuestra situación por nosotros mismos. Lo cierto es que nuestros padres y nuestra familia nos condicionan, pero no nos determinan. Somos los únicos responsables de nuestra construcción personal.